Reducir la huella de carbono, una responsabilidad de todos

Cada año gana más terreno la celebración del Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de Dióxido de Carbono (CO2), una iniciativa de la Organización de Naciones Unidas que une a los países que buscan hacer frente al cambio climático.

Este día, que se celebra el 28 de enero, tiene el objetivo de generar conciencia en las personas sobre el calentamiento global y las consecuencias que esta problemática está provocando al planeta, en el que habitan más de 8 mil millones de personas, quienes cada día incrementan las emisiones a la atmósfera, lo cual reduce los recursos naturales y disminuye la calidad de vida.

Lo cierto es que, aunque mucho se ha hablado de cómo el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero provoca un impacto directo en el calentamiento global, aún existen personas que niegan o desconocen esta realidad.

Muchos de ellos alegan que el cambio climático es un “proceso natural” que siempre ha formado parte de la historia de la tierra. Por esta razón, entienden que no deben preocuparse para enfrentar estos desafíos. Mientras, otros lo califican como una simple estrategia mercadológica.

Sin embargo, en los últimos años hemos visto cómo esta realidad afecta de forma directa a los países, en especial los de América Latina y el Caribe, que resultan más vulnerables a los efectos negativos del cambio climático y el calentamiento global.

Por esto, es urgente que más personas conozcan sobre el cambio climático, sus causas y consecuencias, para que podamos tomar acciones en conjunto que nos ayuden a enfrentarlo. Solo así podremos asegurar que nuestras futuras generaciones tengan un planeta donde puedan vivir.

Aunque en la última década muchas empresas han registrado importantes cambios en sus procesos, transformándolos con una orientación más sostenible, debemos continuar tomando acciones que nos permitan lograr la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero y hacer un uso óptimo de los recursos naturales.

Asimismo, se debe continuar concientizando a la población, para que cada persona contribuya a reducir su huella de carbono y que limitar el impacto de nuestro consumo en el medio ambiente.

La ventaja que tenemos hoy, que no existía hace 10 años, es que existen diversas soluciones online que nos ayudan a calcular nuestra huella de carbono. En mi caso en particular uso footprintcalculator.org.

Es importante destacar que, aun sin conocer nuestra huella individual, tenemos la oportunidad de realizar pequeños cambios que pueden suponer una gran diferencia a largo plazo, especialmente si recordamos que nuestro país se encuentra entre los 10 más vulnerables a los efectos del cambio climático.

¿Qué acciones podemos implementar? Cambiar nuestros hábitos alimenticios, a través del consumo de productos locales y de temporada, reducir el consumo de carnes, especialmente la roja, aumentar el consumo de pescado y comprar solo los productos que necesitamos. Todo esto combinado trae consigo un efecto cascada que impacta positivamente nuestra salud.

En vista de que industria textil es la segunda más contaminante del mundo, el cuidar y reutilizar nuestra ropa es otra de las transformaciones que podemos implementar en favor del medioambiente y la sostenibilidad. El repetir ropa no es un pecado, todo lo contrario. Si a eso se le suma la compra de prendas fabricadas de forma responsable, el impacto en el medioambiente resulta ser mayor.

La movilidad sostenible es otra de las grandes oportunidades que tenemos para reducir nuestra huella de carbono. Al respecto surgen ideas como compartir el vehículo con otras personas que vayan al mismo lugar, adquirir vehículos eléctricos o utilizar medios de transporte que sean menos contaminantes.

Otras medidas que podemos tomar en cuenta para contribuir desde nuestras acciones al medioambiente tiene que ver con el control de la temperatura del aire acondicionado, acortar el tiempo que pasamos bajo la ducha, cuidando el consumo del agua, desconectar los aparatos electrónicos que no se están utilizando y clasificar y reciclar los residuos.

La siembra de un árbol es otro gesto de alto valor que podemos tener con el medioambiente. Y si esta actividad la hacemos acompañada con nuestros hijos, estaremos sembrando la simiente de predicar con el ejemplo a las futuras generaciones, que aprenderán a dejar un legado positivo en el medio ambiente.

Los seres humanos debemos ser los mayores interesados en cuidar y preservar nuestro planeta: es el único hábitat que tenemos y el que debemos conservar para las futuras generaciones y la continuidad de nuestra especie.

Fuente: El Nuevo Diario